HACIA UN NUEVO LIBERALISMO EN LA EDUCACIÓN
RESUMEN: Hacia un Nuevo Liberalismo
en la Educación
Monserrat Angulo Alejandro
La muerte de Sebastián Lerdo
de Tejada provocó la rebelión de la juventud en contra del gobierno de Porfirio
Díaz, haciéndola anhelar el regreso del Liberalismo de Juárez, Ocampo y el
mismo Lerdo. Sin embargo había algo que
lo diferenciaría del movimiento liberalista anterior; la búsqueda de soluciones
sociales. Las figuras que conformaron la
generación que haría la Revolución se inspiraron en autores como Émile Zola que
trataba problemas de la clase obrera en Francia, Kropotkin y el anarquismo,
Sorel y otras formas de socialismo
revolucionario y útopico, entre otros. Todos ellos llamaron la atención
de estos revolucionarios porque se asemejaba a la situación que México vivía en
aquel entonces.
Si bien es cierto que
algunos diarios publicaban discusiones polémicas sobre lo que acontecía en la
sociedad, fue en la escuela en donde se fortaleció la Nueva generación, gracias
a que la política Positivista de Díaz permitía las orientaciones pedagógicas
que pusieron en crisis a la política del dictador.
La escuela dio entrada a
grandes pedagogos y orientadores de valiosa importancia. Aunque el gobierno de
Díaz no puso escuelas por todo el país, las escuelas existentes se encargaron
de encaminar las nuevas ideas libertarias a cada rincón del territorio
nacional. Dentro de los profesores impulsores de la generación que serviría
como líder en las reformas educativas, económicas y políticas podemos mencionar
a: Sierra, Rébsamen, Carrillo y Quintero.
Fue así que en 1883 se fundó
la Escuela Modelo en Orizaba Veracruz. Los encargados de este proyecto de
reforma educativa fueron Enrique Laubscher y Enrique Rébsamen, este último de
origen Suizo. Esta institución se destacaba por sus orientaciones pedagógicas
que en adelante ayudarían a reformar la educación primaria. Por otra parte,
Baranda y Sierra hacían su labor creando varias instituciones pedagógicas,
dentro de éstas la Escuela Normal y la restauración de la Universidad Nacional.
Tales recintos educativos fueron dando cabida a la reforma educativa poco
después de la Revolución. Para ese
entonces el tema de equidad educativa, ya ponía a pensar a ciertos grupos,
quienes exigían reformas en este rubro.
Se discutía que la educación debía llegar hasta las comunidades rurales
del país.
La primera fase de la
Escuela de Orizaba bajo la administración de Loubscher era de carácter
objetivo; es decir, buscaba cultivar el lenguaje. En una segunda fase en 1885,
a cargo de Rébsamen se inicia una Academia Normal, apoyada por un moderno plan
de estudios. En ese momento se incorporaron académicos de todas partes del
territorio mexicano, quienes a pesar de tener un estilo ya definido como
docente, no dudaron en escuchar a quienes proponían una instrucción nueva para
la mejora de educación.
La filosofía de Rébsamen se
avocaba en el papel del educador como promotor del desarrollo armónico de todas
las facultades físicas, intelectuales, éticas y estéticas de sus alumnos, el
cuál en la medida de lo posible llegara a ser “perfecto”. Ésta distaba mucho de
la educación positivista, la cual se enfocaba en las libertades y expresiones
de instintos y facultades para paralizar
lo que puede ser fuente de lo malo y desarrollar los que pueden ser fuente de
lo bueno.
Retomando la filosofía de
Rébsamen, ésta se sostenía en el
estímulo de lo propio de cada individuo,
el cual una vez dadas las herramientas, le permitirían el desarrollo
personal. Parte de la idea que el maestro es un evocador, y no un formador como
se creía. Evocador porque debe motivar al alumnos para que éste defina su
personalidad, su vocación y su propia orientación. De esta manera, la filosofía
basada en la libertad, tendrá como fin la libertad tan buscada por el
liberalismo.
Rebsámen decía que la
independencia más difícil de conquistar es la intelectual y moral de todo un pueblo. Además estaba convencido de
que se debe educar para de las libertades que otros a costa de su sangre habían
ganado. Creía que el hombre debe poder actuar de acuerdo con sus cualidades
naturales y la conciencia de su propia responsabilidad.
Otro de los pensadores de la
Escuela de Orizaba era Carlos A
Carrillo, él decía que como profesores
no nos limitemos a lo que se estipula en un programa o plan de estudio; si no
que despertemos en nuestros educandos la libertad de pensar y decidir. “Hay que
aprender a servirse de la naturaleza y no de los libros”. Esto lo cita para que
caigamos en la cuenta de que tenemos que analizar los programas y planes para
adecuarlos a la realidad que les espera a los pupilos. En su revista pedagógica
publicada en 1885 escribe los siguiente: “ El pueblo que tiene mayor número de
escuelas y escuelas mejor organizadas, es el pueblo más grande del mundo. Si no
lo es ahora, lo será mañana.”
Carrillo también comentaba
que la teoría tiene que ir de la mano con la práctica; estaba consciente que no
sirve de mucho conocer todos los conceptos de moral, si no los pones en
práctica. Éste profesor difundía ejemplos en donde invitaba a sus discípulos a producir lo propio
y no esclavizar a los demás o estar sólo pensando en cómo hacer la guerra.
Mencionaba ejemplos de la historia como el caso de Moctezuma; pero en realidad
lo que hacía era que sus muchachos reflexionaran sobre lo que estaba haciendo
Díaz, que no distaba mucho de los ejemplos citados. Tales ideas se vieron
reflejadas en los jóvenes de 1888.
Podemos citar a otros muchos
maestros que apoyaron en la formación de seres humanos responsables y amantes
de la libertad: Celso Pineda, Daniel Delgadillo, Lucio Tapia, Luis de la Brena,
Ponciano Rodríguez, José M. Bonilla, Jesús Sánchez, José Juan Barroso, Toribio
Velasco, Francisco Angulo, entre otros.
Torres Quintero desarrolló
nuevas ideas, sin diferir de las de Rébsamen. Parte de la hipótesis que el
estado representa a la sociedad y como tal puede y debe defender a la niñez de
la ignorancia, ya que acompañados de ésta no hay progreso. Por tal motivo, las
escuelas primaras se deben multiplicar y
hacerlas obligatorias, gratuitas y laicas. Es con la educación que pueblo
reciba, que se determina su capacidad para regirse por la autenticidad
democrática liberal.
Se preocupó por llegar a las
comunidades rurales, puesto que allí estaban las mayorías y consideraba injusto
que se les negara el derecho a la educación. Es así que propone una reforma que
permita formar hombres para la libertad y la democracia. A este nuevo rumbo que
toma la educación se le llamó enseñanza objetiva o intuitiva. Hay que aprender
por el mero gusto de hacerlo y no movido
por el miedo al castigo.
En 1889 en un impreso
llamado “La Escuela Moderna”, bajo la protección de Díaz y Baranda, presidente
y secretario de justicia respetivamente, citan: La verdadera y sólida garantía
de los derechos y de las libertades de los pueblos está en razón directa de la
educación y de la instrucción de sus hombres.”
Baranda y Sierra son ejemplo
de los impulsores de la educación que tenía como objetivo, formar ciudadanos
capaces de hacer valer sus derechos y sus libertades. Baranda estaba convencido
que la educación es pieza imprescindible en el progreso y bienestar de los
hombres. Pero la este proceso triunfa por sí solo, requiere de los maestros
para materializar los logros tan anhelados. De aquí que se funde la Escuela
Normal para profesores el 24 de febrero de 1887. Cabe señalar que es de recinto
educativo albergó a muchos jóvenes que tomarían parte en la Revolución. La
antigua Secundaria de Señoritas se convierte también en Escuela Normal para
profesores en 1890.
La estrategia a emplear era
la siguiente: En un primer momento la formación de académicos, en un segundo
momento hacer llegar la educación a todos los rincones de la república
mexicana. Era de esta manera como la nuevo liberalismo en la educación tendría
lugar.
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