PROPUESTA PARA LA EVALUACIÓN DOCENTE SIGLO XXI


¿Cuál es la propuesta para hacer una evaluación auténtica, que dé  justicia, equidad y  que no solape la corrupción?

Considero que el trabajo en equipo nos puede guiar hacia una Evaluación Objetiva y Justa. Aunque hablar de objetividad es un asunto serio. Sabemos que existen cuatro razones por las que no podemos ser objetivos en un 100%: por miedo, compromiso emocional, defensa y necesidad. De ahí que cualquiera de ellas pueda estar presente y no permitir esa imparcialidad.  Hablar de justicia es de igual modo algo que no concebimos como posible, puesto que en nuestra cotidianidad ésta se encuentra por todos lados. Pero vamos a suponer que estamos conscientes de ello, que la objetividad y la justicia no serán las primeras que alcancemos; sin embargo, si integramos una especie de Consejo Académico de Educación Básica el cual incluya a una parte representativa de cada uno de los  niveles que la  conforman (Preescolar, primaria, secundaria y hoy en día preparatoria), además de los diferentes sectores educativos, llámese de educación indígena, rural, urbana, multigrado, etc; para que así tengamos un organismo que conozca las verdaderas necesidades de la educación en cada nivel y zona. Posteriormente mediante mesas de trabajo y diálogo se tomen acuerdos de qué se evaluará, y se realice así el instrumento de evaluación. Evidentemente considero que toda herramienta necesita de un pilotaje, así que sería pertinente hacer un grupo muestra de profesores conformado de igual manera por instructores de diferentes niveles y zonas. En este primer momento el resultado no repercutirá en el destino del docente; sino que se harán adecuaciones a los ítems y superestructura del mismo. Ahora sí, será el momento de evaluar los guías del aprendizaje.

Por otra parte, los  pedagogos a ser evaluados serán entrenados en grupos multinivel para que estén advertidos del tipo de contenido y estructura de los reactivos y no sean tomados por sorpresa. Trabajando en grupos colegiados resolveríamos en mucho esta situación y cualquier otra, pues es cierto que uno solo no puede hacer mucho, sin embargo si todos entonamos al mismo son, la melodía producida llegará hasta los rincones que jamás nos hubiéramos imaginado.

Hasta este momento hemos arreglado lo de la evaluación escrita, pero como en todo buen proceso de evaluación sabemos que un examen no es  el único indicador, que si estamos hablando de competencias y mejora en la Praxis docente, debemos empezar por poner el ejemplo haciendo de este proceso algo de calidad. Entonces se tomará en cuenta el currículum del educador, el cuál demandará mediante un formato estandarizado  la información que se quiere conocer del mentor. Consideramos de importancia la opinión de los estudiantes en relación con su profesor, luego entonces, se aplicará una encuesta a los niños o jóvenes. Recordemos que habíamos mencionado que la objetividad no se dará en su totalidad, puesto que si el aprendiz tiene aprecio por el maestro, porque este último es bonachón y consentidor; entonces entrará la subjetividad en el resultado en favor del catedrático; mientras que si se trata de un profesor estricto y disciplinado, puede ser que el alumno lo evalúe como un profesor “malo”. Esos son los riesgos a los que siempre nos tenemos que exponer; aunque estamos seguros que los buenos maestros siempre serán bien evaluados por sus alumnos quienes saber reconocer el gran trabajo de sus instructores.

Nos falta  director, él quien conoce nuestro desempeño académico, que sigue muy de cerca nuestro que hacer docente. Nos falta solamente un comité que revise y evalué todo este proceso. Es obvio que previamente se generarán los estándares que permitan saber qué se va a evaluar y que porcentaje tendrá cada indicador. Quizá no parezca algo relevante, quizá es muy parecido a la realidad; pero la diferencia la harán los instrumentos que se diseñen para medir cada rubro y el compromiso del profesor para hacer de la evaluación un camino hacia la mejora continua.

Comments

Popular posts from this blog

ENSAYO: La Importancia de la Participación de todos los Agentes Educativos para Alcanzar la Calidad en la Educación en México